
Revolución tiene nombre de mujer, de mujer luchadora. De aquella que grita por sus derechos, que guía con sus palabras, que nunca se derrumba.
Ante la crítica patriarcal, busca más que prejuicios a los que desenmascarar, que roles a los que desetiquetar, que vida a la que dar.
Son más hechos que palabras, cuando gritas no siempre hablas, muchas veces callas. Callas verdades envenenadas de mentiras, de intereses, de prejuicios… palabras a las que contaminas con tus temores, tus miedos y tus indecisiones.
¿A caso no eres humana? Tienes el mismo derecho a ser respetada, a querer y a quererte, a ser joven y a envejecerte. Todo es cuestión de mentalidad, de evolucionar con toda tu integridad… y de revolucionar. De revolucionar al mundo con tus virtudes e imperfecciones, de llenar huecos para convertirlos en recuerdos, de esculpir memorias y amarte por todo lo que eres.
Para todas esas mujeres: bellas, simples y guerreras. ♀
Dedico especialmente estas palabras a mi abuela en su 83º aniversario, hoy como cada 8 de marzo.
Belles paraules de lluita i agraïment! Molts d’anys a la padrina, orgullosa de les nétes.
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